viernes, 27 de mayo de 2016


La ética médica y su utilidad en la formación de pregrado.

Autor: Alberto Amador Lupian Arteaga.

Para desarrollar el tema es necesario el conocimiento del concepto de ética.
La ética se relaciona con el estudio de la moral y de la acción humana. El concepto proviene del término griego ethikos, que significa “carácter”. Una sentencia ética es una declaración moral que elabora afirmaciones y define lo que es bueno, malo, obligatorio, permitido, etc. en lo referente a una acción o a una decisión. Teniendo en cuenta esto sabemos que la ética impone castigos aunque sabemos que no es ley.
Teniendo esto en cuenta sabemos que la ética médica se ha practicado desde tiempos remotos; la idea de una ética médica existe desde los tiempos precristianos en que el griego Hipócrates, nacido en el año 460 antes de Cristo, habló de los deberes éticos de los médicos y los plasmó en lo que se conoce como el juramento hipocrático. Es un juramento en que los médicos se comprometen a actuar ética y honestamente con sus pacientes.
El primer código de ética se publicó en el siglo 5 con el título de Formula Comitis Archiatrorum, al cual siguieron escritos de médicos musulmanes como Ishaq ibn Ali al-Ruhawi [que escribió el primer libro de ética médica “La conducta del médico”] y Muhmmad ibn Zakariya ar-Razi, así como pensadores judíos como Maimónides, y escolares católicos como Santo Tomás de Aquino. Ya para fines del siglo 18, la ética médica se estructura más, y el inglés Thomas Percival publica en 1794 un código de ética en que aparecen los términos de ética y jurisprudencia médicas.
En 1815, el parlamento inglés propone la primera ley que exige una enseñanza formal de medicina y plantea una reglamentación ética de la profesión médica. ¿Que causo tal interés que se decidiera imponer esta ley?.

Nos podemos dar cuenta que en la actualidad las demandas de los paciente hacia los médicos van en aumento, ya que los médicos han dejado de lado su humanismo y se han dedica a tratar al paciente como una enfermedad y no como un individuo biosicosocial.
 (Dr. José Alberto Ávila Funes. (2013). Historia de la Etica Médica. 27/05/2016, de INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS MÉDICAS Y NUTRICIÓN SALVADOR ZUBIRÁN Sitio web: http://www.innsz.mx/opencms/contenido/investigacion/comiteEtica/historiaEticaMedica.html)

¿En qué momento enseñar Ética Médica?

El mejor momento para que el médico conozca o fortalezca estos principios es el período formativo, durante el cual al mismo tiempo que adquiere los conocimientos y habilidades clínicas para lograr la competencia profesional que se requiere para resolver los problemas de salud de la población, desarrolle una conducta ética y humanística y finalmente se desempeñe mejor como individuo, como parte de un equipo de trabajo o de una institución, en beneficio de sus pacientes. Es por esto que es tan importante la implementación de la materia ética médica en la formación de pregrado ya que de esta manera se les darían a los estudiantes de medicina las herramientas necesarias para tratar a su paciente de manera correcta y eficiente haciendo usos de los pilares éticos (beneficencia, no maleficencia, justicia y autonomía). 

BIBLIOGRÁFICA:
http://www.facmed.unam.mx/sms/seam2k1/2004/ponencia_feb_2k4.htm
http://aebioetica.org/revistas/1997/3/31/1172.pdf
http://www.innsz.mx/opencms/contenido/investigacion/comiteEtica/historiaEticaMedica.html
http://www.medigraphic.com/pdfs/cirgen/cg-2010/cg101i.pdf


ASPECTOS ÉTICOS DE LA MEDICINA POR INTERNET

 Christopher Daniel Ramírez Mayorga
INUMEDH
6to Semestre
 Ética Médica

“El Médico que es ético es aquel que se preocupa por capacitarse, estudiar, y prepararse día con día para ser mejor y darle a su paciente una mejor atención”. Ruy Pérez Tamayo.

 Dia con dia el avance de la tecnología nos ha ido invadiendo en todos los lugares y espacios laborales, la salud no ha sido la excepción. junto con la creciente demanda de nuevas alternativas terapéuticas debido a la aparición de nuevos padecimiento, ó quizá no nuevos pero si descubiertos, nos ha obligado todo esto a implementar cada vez mas la tecnología, para realizar mejores diagnósticos y cada vez mas precisos. pero no solo eso sino también en la atención a la distancia una herramienta que ha tomado mucha fuerza en las últimas décadas como lo es el internet, pues permite que se realizan incluso intervenciones quirúrgicas a distancia, ya no es indispensable o mejor dicho un impedimento el que no esté presente el médico. Pero como siempre todo esto lleva un trasfondo de discusión ¿ es ético hacer esto? porque se sabe que una de las mejores herramientas diagnosticas del médico son sus sentidos y la interrogación que realiza este a su paciente frente a frente y la atención que preste el medico al padecimiento y según el JURAMENTO HIPOCRÁTICO, en todo momento el medico debe estar a la cabecera de su paciente para verificar la evolución de su estado de salud, cosa que a distancia y por medio de la internet no se puede cumplir. pero en buena coordinación con un equipo bien comunicado si se puede realizar el médico que a distancia trabaja es el actor del procedimiento y el que sigue la evolución y valoración del estado del paciente es el medico de base o mas cercano al paciente.

Otro aspecto que preocupa a la medicina es el acceso a la información que en muchas ocasiones genera cierto nivel de confianza a los pacientes sobre sus padecimiento si un estudio adecuado e integral de todo los conocimientos necesarios para el manejo y tratamiento de los padecimientos de salud, porque en muchas ocasiones los pacientes así mismos se automedican o se recomiendan actitudes o procedimientos inadecuados que a su propio criterio se crean sin fundamento teórico-práctico. por que muchas ocasiones las fuentes de información no son sitios oficiales o fuentes muy recomendables. Para la formación de los médicos del futuro se ha vuelto una herramienta muy eficaz por la facilidad que ofrece para realizar actualizaciones de la información y el acceso a la bibliografía de nueva aparición los ue permite la actualización e intercambio de información esto retroalimentar cada vez de mejor manera la información y nuestros médicos son mas competentes y capaces de tratar con mejor calidad a los pacientes.
LA RESPONSABILIDAD MORAL DEL MÉDICO Y DE LOS TRABAJADORES DE LA SALUD 

Christopher Daniel Ramírez Mayorga
 INUMEDH
 6to Semestre
 Ética Médica

Dijera Ruy Pérez Tamayo “Para ser éticos, a veces hay que ser inmorales” de aquí partiremos nuestro tema de discusión acerca de la moralidad que debe caracterizar a los personajes médicos y aquellos que laboran además en el área de la salud, brindando y prestando servicios de salud. Lo que urge al momento es ofertar un servicio de salud de calidad por lo tanto este tema se ha vuelto crucial para lograr los objetivos de nuestro sistema de salud.

 La moral hace alusión a la corriente social, al bien y el mal establecido y definido por la popularidad o los mandos de esta. Dentro de la normatividad que establecen los códigos para la labor del personal de salud; se han emitido diversas normas que buscan regular el trabajo y proceso de prestación de la atención en salud. Sin embargo en muchas ocasiones existen situaciones en las cuales esta virtud se ve comprometida por la exigencia del contexto, ejem. Una transfusión de sangre a un testigo de Jehová donde la moralidad indica al médico respetar el principio religioso del individuo, sin embargo las ética médica dicta lo contrario, es decir aplicar la transfusión a costa de la autonomía del paciente, debido a que el código de ética del médico es preservar la vida del paciente.

Ahora bien, es por ello que se ha vuelto un tema de discusión muy cotidiano el ¿que debe hacerse en estas situaciones? ¿actuar o no actuar? ¿ser moral ó inmoral? ¿respetar la ética o no hacerlo? son cuestiones que muy menudo generan temas de debate y sesiones largas de discusión. Lo que si es bien sabido, que durante la formación del médico y el personal de la salud se les instruye en este tema. Lo que se ha vuelto primordial el comprender los principios bioéticos: Justicia, Autonomía, No maleficencia y Beneficencia; estos son fundamentales para discutir los casos que nos ocupan a veces mucha horas de discusión, por otro lado el evaluar el grado de importancia de estos principios, es muy variable dependiendo de quien lo critique, aunque no se le adjudica por norma pero si por consenso a la autonomía y beneficencia como los principales y a la justicia y no maleficencia no menos importantes pero jamás anteceden a los previos. La justicia es el principio que todo trabajador del área de la salud debe respetar y practicar día con día, pues a todos se les debe brindar la atención de acuerdo a su necesidad y con todo respeto y valor a su integridad humana. sin hacer discriminación alguna de persona ni por su status social o capacidad económica. Creo que dentro los parámetros de evaluación para las certificaciones y aprobaciones de las diversas instituciones de salud se debería tomar en cuenta mas este aspecto que papel juegan en la prestación de los servicios de salud con calidad.

 Si bien es cierto existe el sistema INDICAS donde si lo podemos consultar nos daremos cuenta que se califican muchos aspectos de la prestación de los servicios de salud con calidad. pero ¿realmente se analizan y evalúan a los trabajadores y médicos en su praxis y labor? o ¿sólo es tema de discusión y academia?.

jueves, 26 de mayo de 2016

-LOS PRINCIPIOS ÉTICOS Y SU APLICACIÓN EN LA RELACIÓN MEDICO PACIENTE-

La bioética es la rama de la ética que provee los principios para la actuación correcta en los aspectos relacionados con la vida. A grandes rasgos, la bioética pretende distinguir entre lo que debe ser odebe hacerse y lo que no debe ser o no debe hacerse, en los actos que afectan la vida (humana y no humana). La bioética aplicada a los actos médicos se conoce también como ética médica.

La importancia de la ética médica radica en la necesidad de normar los actos médicos en un mundo en el que los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos suceden rápidamente, abriendo nuevas posibilidades de acción. El que puedan hacerse muchas cosas, no significa que todas ellas deban hacerse.

La ética médica juzga los actos médicos con base en cuatro principios fundamentales: no maleficencia, beneficencia, autonomía y justicia. Los actos de los médicos y otros profesionales de la salud deben guiarse por estos principios.

El principio de no maleficencia es considerado el más importante, y significa que cualquier acto médico debe pretender en primer lugar no hacer daño alguno, de manera directa o indirecta. Con frecuencia se hace referencia a este principio con su versión en latín, primum non nocere, que significa literalmente primero no dañar.

El principio de beneficencia está cercanamente relacionado, y se refiere a que los actos médicos deben tener la intención de producir un beneficio para la persona en quien se realiza el acto. Estos dos principios pueden ejemplificarse con cualquier tratamiento médico, como un medicamento o una cirugía. Cuando un médico prescribe un tratamiento debe tener dos intenciones en mente: en primer lugar, no hacerle daño, y en segundo lugar, beneficiarlo. Esto puede parecer obvio y repetitivo, pero la diferencia entre no dañar y mejorar es importante. Todos los tratamientos médicos tienen efectos adversos o dañinos, incluso pueden resultar fatales y la mayoría de las veces no puede saberse con seguridad si el efecto adverso ocurrirá o no. De ahí que es necesario asegurar que la intención de indicar un tratamiento no es producir un efecto adverso, sino por el contrario, darle un beneficio al paciente. Cuando un médico considera los potenciales beneficios y los potenciales efectos adversos de un tratamiento, está haciendo un análisis de riesgo/beneficio, y en la decisión final de prescribir o no un tratamiento se rige por los principios de no maleficencia y beneficencia simultáneamente.

El principio de autonomía alude al derecho del paciente de decidir por sí mismo sobre los actos que se practicarán en su propio cuerpo y que afectarán de manera directa o indirecta su salud, su integridad y su vida. El ejemplo máximo del respeto a la autonomía del paciente es el consentimiento informado, que significa que es necesario que el paciente otorgue su permiso para que cualquier acto médico sea practicado en su persona. La razón para esto es que todo acto médico puede tener efectos indeseables e impredecibles, y el paciente debe entender que al aceptar un acto médico está corriendo un riesgo razonable con la expectativa de obtener un beneficio. No obstante, para que un paciente pueda autorizar un acto médico, debe contar con la información suficiente y necesaria, en términos que le sean claramente entendibles; por eso se llama consentimiento informado. Otro ejemplo del respeto al principio de autonomía es la toma de decisiones conjunta, y no significa que el paciente decida de manera absoluta, sino que la decisión final es el resultado de un diálogo entre médico y paciente en el que el primero actúa como orientador y facilitador, y el segundo aporta sus deseos, valores y expectativas. Un ejemplo más en el que el principio de autonomía juega un papel central es el secreto profesional. Toda la información que un paciente comparte con su médico es estrictamente confidencial y el médico no debe revelarla sin el permiso del paciente.

El principio de justicia obliga a tratar a cada paciente como le corresponde; esto es, sin más ni menos atributos que los que su condición amerita. Este principio se encuentra detrás del ideal de tener servicios de salud de óptima calidad accesibles para toda la población de manera equitativa. También debe considerarse el principio de justicia en los costos de la atención a la salud.
En ocasiones durante la atención a la salud surge un conflicto ético, es decir, una situación en la que los valores de alguno de los actores involucrado no corresponden con los valores de otro y dificultan la toma de decisiones. En estos casos, la aplicación de los cuatro principios de la bioética es de utilidad para llegar a una solución.

E.M. ESAUL ALEJANDRO GARCIA CRUZ

 Aspectos éticos, deontológicos y legales de los medicamentos milagro

miércoles, 25 de mayo de 2016

-LA ÉTICA MÉDICA EN LOS PROFESIONALES DE LA SALUD EN MÉXICO-

El personal de salud debe realizar, en coordinación con las autoridades competentes, las medidas preventivas pertinentes que sean estrictamente necesarias para el bien de la población y adicionales a la normatividad establecida, tales como saneamiento básico, agua potable, eliminación sanitaria de excretas, control de fauna nociva, inocuidad de alimentos, vacunaciones, aislamiento de pacientes infecto-contagiosos o agresivos y otras acciones que considere convenientes en provecho colectivo.

Las instituciones de salud, de acuerdo con su nivel de atención, deberán proporcionar con oportunidad en calidad y cantidad suficientes, el equipo, instrumental, materiales de consumo y medicamentos que requiere el personal para proporcionar la adecuada atención.


Los prestadores de servicios de salud, deben actualizar y certificar sus conocimientos y destrezas para otorgar a sus pacientes la mejor atención posible. Las instituciones oficiales o privadas donde laboran estarán comprometidas a realizar actividades académicas y proporcionar los medios de aprendizaje como libros, revistas, programas electrónicos y otros, de acuerdo con los servicios que otorguen.


Es responsabilidad de los directivos y docentes de las instituciones académicas que preparan profesionales y técnicos en las ramas del cuidado de la salud, que la capacitación sea del más alto nivel, con el apoyo de las instituciones de salud.


Los miembros del equipo de salud tienen derecho a percibir una remuneración adecuada por su trabajo, en relación con su capacidad profesional y el número de horas que laboran en la institución, o según el acuerdo previo que hayan tenido con un paciente privado. Esta remuneración debe tener relación con las costumbres y el nivel socioeconómico de la población, sin caer en abusos y con un espíritu de condescendencia y compasión por los pacientes con escasos recursos.


El personal de salud puede expresar a las autoridades directivas y administrativas de la institución con toda libertad y respeto las ideas que considere pueden beneficiar a la institución y a los pacientes. Con este criterio, si un miembro del equipo de salud considera que algún reglamento o alguna ley son injustos, pondrá su empeño en que las instancias modifiquen esas disposiciones por los canales debidos.

El personal de salud deberá contar con las instalaciones, equipos, instrumentos y materiales para el desempeño de sus actividades con las medidas de higiene, protección y seguridad. De no contar con ellos, podrá rehusarse a aplicar los procedimientos diagnósticos y terapéuticos, sin contravenir los principios bioéticos, manifestándolo por escrito y procurando que el paciente sea referido a otra unidad médica.


El personal de salud podrá rehusarse a aplicar medidas diagnósticas y terapéuticas que a su juicio pongan en riesgo la vida, la función de los pacientes o su descendencia, bien sea a petición de los propios pacientes, de sus superiores jerárquicos o autoridades institucionales, cuando se oponga a la práctica médica comúnmente aceptada, a los principios bioéticos, a sus capacidades profesionales o a razones de objeción de conciencia.

E.M. ESAUL ALEJANDRO GARCIA CRUZ
-LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y SUS IMPLICACIONES ÉTICAS-

El hablar de ética de la investigación implica no solo a los científicos en su carácter de grupo social, sino en alusión a cada uno como individuo. El tema tiene implicancias como el desfase entre el gran avance en lo científico y tecnológico por un lado y los valores por otro.; de tal manera que ahora enfrentamos el riesgo de la hecatombe nuclear siendo hoy más que nunca patente que cada suceso en el campo de la ciencia tiene una gran trascendencia en el futuro de la humanidad en pleno; para mejor o para peor.

Los aspectos que comporta la ética de la investigación son variados y puede afirmarse que la investigación es un aspecto particular de la más amplia problemática que significa la relación entre ética y ciencia.

Una primera cuestión implica las exigencias éticas del investigador en su relación de trabajo con otros científicos y sus colaboradores:

En este plano, es de preponderancia ética el reconocimiento de los trabajos utilizados para obtener información así como el mérito de cada persona que haya colaborado en el trabajo. Cada vez menos los logros científicos son fruto del trabajo de una sola persona, cada trabajo se basa ya sea en el esfuerzo de un equipo o por lo menos en antecedentes y/o teorías ya enunciados con anterioridad.

El uso de ideas o resultados preliminares ajenos, sin permiso para hacerlo constituye una práctica ajena a la ética e incluso comporta un robo intelectual o plagio científico.
Quien actúe como mero supervisor o asesor de un trabajo no deberá, éticamente hablando, usurparlo calificándolo como suyo o mencionarse como coautor, tal actitud estaría reñida con la ética.

Finalmente, la terminante regla ética de no realizar “robos intelectuales”. Implica la más burda forma que es el plagio, es decir, copiar ideas, fórmulas o resultados de una investigación y presentarlos como propios, por lo demás estas acciones terminan por descubrirse

Necesidad de formación permanente como parte de la ética de la responsabilidad. Aunque este aspecto no aparece directamente como ético, tiene grandes implicancias éticas. Aparece en contraposición al llamado “síndrome del producto terminado”, es decir que cualquier científico, sin importar cual eminente sea, siempre es perfectible, siempre es un “producto sea elaborado”. El tema tiene que ver con la creciente y acelerada obsolescencia de los conocimientos. La respuesta pasa obligatoriamente por la actualización de cada científico como una responsabilidad insoslayable en realidad para cada ser humano pero en forma muy especial, de los investigadores.